TIC´s y Educación

Conectivismo


Curso Conectivismo y Conocimiento Conectivo en Español

Un curso gratuito, ofrecido por George Siemens y Stephen Downes, Universidad de Manitoba, Canada. Link al blog en Espanol del curso http://ltc.umanitoba.ca/wiki/Conectivismo y la traducción de Maru Del Campo a continuación:




¿Qué es Connectivismo específicamente?

Conectivismo es específicamente la tesis de que el conocimiento es literalmente distribuido a través de conexiones, el lo que sea que es creado cuando la información es enviada de una conexión, una entidad, a otra entidad. Dos entidades están conectadas si, una señal enviada por una entidad puede cambiar el estado de otra entidad. 

El Aprendizaje es, por lo tanto, la capacidad de construir estas conexiones y la capacidad de viajar usando estas conexiones para enviar información a través de éstas conexiones. El Conocimiento, por lo tanto, en esta teoría no es algo que se adquiere, no es algo que sea un objeto, sino más bien es elcrecimiento o desarrollo de esas conexiones, tanto el crecimiento como el desarrollo de esas conexiones en la mente, y el crecimiento y desarrollo de esas conexiones en la sociedad

Si consideramos el conocimiento como un juego de conexiones entonces cualquier cosa queconsista de un juego de conexiones puede considerarse como un objeto de aprendizaje. Entonces, la mente puede ser un objeto de aprendizaje, una computadora puede ser un objeto de aprendizaje, una sociedad puede ser un objeto de aprendizaje. Y vemos evidencia de este aprendizaje tanto en la sociedad como en las personas.

Otro aspecto importante del Conectivismo es que el conocimiento no es propositivo. Lo que significa es que el conocimiento no está compuesto de oraciones. Está, como acabo de decir, compuesto por conexiones, compuesto por interacciones entre entidades. Como dije anteriormente, el conocimiento esliteralmente las conexiones entre esas entidades. No es alguna oración descrita como conexión en esas entidades o algo parecido. Seguir Leyendo






PONENCIA: Conectarse es comunicarse???? 
Autor: Luciano Peteán
Publicado: II Congreso de Educación del Noreste Argentino

AREA: EDUCACION TECNOLOGICA

EJE TEMATICO: EDUCACION SUPERIOR Y TECNOLOGIAS DE LA INFORMACION Y LA COMUNICACIÓN

RESUMEN:

El presente trabajo tiene como objetivo analizar un fenómeno del campo tecnológico que centra nuestra atención como docente del nivel superior, en el área de la Educación Tecnológica: “Cada vez hay más chicos que tienen celulares”
La incorporación del celular entre los niños y en los adolescentes llevó a plantear el tema en las escuelas. Sin embargo, no todos los docentes ven un cuco en el uso del celular. Algunos docentes consideran que se trata de una herramienta invalorable con la que los chicos "ya nacieron" y que no se limita a una función comunicativa. De todos modos, la regla es clara y se respeta: en el aula "no", ni para mensajes, ni llamadas.
Aun así, hay maestros preocupados porque su uso en los recreos "aísla" a los chicos, porque, teniéndose a pocos metros, prefieren mandarse mensajes, o directamente, se "tabican" de sus compañeros, prefiriendo los jueguitos individuales al juego social.

INTRODUCCIÓN:
El presente trabajo tiene como objetivo analizar un fenómeno del campo tecnológico que centra nuestra atención como docente del nivel superior, en el área de la Educación Tecnológica: “Cada vez hay más chicos que tienen celulares”

“Otra generación conectada”. Los padres argumentan que se los compran por seguridad, que así pueden ubicar siempre a sus hijos. Los chicos dicen que los usan sobre todo para mandarse mensajitos con los amigos y jugar. Para una u otra cosa, el teléfono celular ya dejó de ser un objeto apetecible sólo para adultos y adolescentes, y viene copando un nuevo mercado: el de los niños. Tanto empresas como consultoras estiman que de los 30 millones de celulares que habrá en el país a fin de año no menos de tres o cuatro millones estarán en manos de chicos.
Se recupera en el presente trabajo, un tema que fuera abordado una compañía líder en información especializada sobre telecomunicaciones en Latinoamérica. La hipótesis del estudio fue que los sectores socioeconómicos medios-altos y altos serían el segmento que más dinamizaría el mercado de los celulares este año, "a través del recambio de equipos y la contratación de nuevos para niños y adolescentes".
Tres argumentos. El director de la consultora, A. Barlaro señala que el estudio observó la constante presencia de la idea de "necesidad" como disparador de la compra de un celular. Con tres argumentos principales: el primero, de fuerte predicamento entre los padres, fue la seguridad: que sus hijos siempre estén "ubicables". La segunda razón, que surge de boca de los propios niños, es que con los teléfonos se puede jugar. "Entre los más chicos aparece la dimensión lúdica: la idea de tener juegos a mano en el celular, el rings tone y el fondo de pantalla son tres cosas que los seducen. La tercera razón esgrimida para regalar un teléfono celular a los más chiquitos "no marca una necesidad clara, sino un exceso de oferta": los planes corporativos, que permiten acceder a un determinado número de líneas a precios relativamente bajos, sin costo en las llamadas entre sí.

Efecto imitación… Una vez que en el curso aparece un alumno con celular, el aparato pasa a ser el sueño del resto, produciendo un efecto imitación: cuando el celular empieza a entrar a la escuela, si lo tiene uno, ya lo quieren tener todos. Al igual que ocurre con Internet: cuando un consumo alcanza un cierto nivel de generalización, quien no tiene acceso se siente un paria. Cuando la red deja de ser minoritaria, al que queda afuera se le hace más aguda la necesidad y lo vive como una desconexión.
La incorporación del celular entre los niños y en los adolescentes llevó a plantear el tema en las escuelas. Aparte de una circular que prohibió su encendido en clase, a fines del año pasado hasta llegó a presentarse un proyecto de ley en la Legislatura provincial para que nadie, ni maestros ni alumnos, pudieran usarlo en horario escolar.
Sin embargo, no todos los docentes ven un cuco en el uso del celular. Algunos docentes consideran que se trata de una herramienta invalorable con la que los chicos "ya nacieron" y que no se limita a una función comunicativa. De todos modos, la regla es clara y se respeta: en el aula "no", ni para mensajes, ni llamadas.
Aun así, hay maestros preocupados porque su uso en los recreos "aísla" a los chicos, porque, teniéndose a pocos metros, prefieren mandarse mensajes, o directamente, se "tabican" de sus compañeros, prefiriendo los jueguitos individuales al juego social.

DESARROLLO:
¿En qué sentido podemos afirmar que el hombre adapta-a-sí-mismo el ambiente mediante esa tecnología?
Para fundamentar esta apreciación se analiza a los medios de comunicación como extensiones humanas.
Una de las obras más conocidas de Marshal Mc Luhan, “La comprensión de los medios como extensiones del hombre”, invita a pensar a la tecnología como extensión o prolongación de alguna de las facultades humanas: el automóvil puede considerarse como una prolongación del pie; el teléfono, del oído y la voz; la pala mecánica, de la mano.... En uno de sus famosos aforismos, Mc Luhan decía que “el medio es el mensaje, el medio es el masaje”. Es que, según su punto de vista, la implementación social de una tecnología es en realidad también la modificación del medio en el que las personas viven. El automóvil, por ejemplo, modifica el entorno al hacer surgir caminos, autopistas, puentes, avenidas, estaciones de servicio, ruido, polución, etc. El automóvil extiende una de las facultades del hombre, lo hace más rápido, capaz de recorrer grandes distancias en poco tiempo. Asimismo, el automóvil produce un “masaje” sobre la misma facultad que extiende: los músculos usados para caminar o correr se relajarán por el predominio de esta tecnología. Pero al modificar su entorno, modifica también todo el complejo físico y psíquico de las personas: modifica su manera de pensar, de actuar, de percibir el mundo (cambian, por ejemplo, nuestra noción de la distancia y el tiempo). Por esto, el mensaje de una tecnología es el medio que genera y que tendrá un profundo impacto sobre los seres vivos que viven en él. Así de acuerdo a lo que plantea Altisen (2006)”…el hombre es el único ser vivo, de entre la biodiversidad del planeta, capaz de generar un tipo especial de diversidad: la diversidad cultural..., Los animales existen adaptados a un ambiente que los ha modelado en sintonía con las posibilidades de su naturaleza instintiva. Pero en el hombre la «adaptación» es relativa, pues lo suyo propio es ser un inadaptado... Sucede que el hombre, más que adaptar-se al ambiente, lo que hace es adaptar-a-sí el ambiente donde vive. Es por esto que las aves construyen siempre los mismos nidos, pero sólo los hombres desarrollan estilos arquitectónicos, por ejemplo. En el hombre se registra la capacidad de cuestionar sus propias acciones y de modificar su manera de ser, generando incluso todo un arsenal de «prótesis técnicas» que le permitan actuar sobre lo dado por el ambiente. Esta actuación humana es según su naturaleza; es decir, de modo inteligente y libre….”
Se puede decir entonces que las NTIC, de la cual forman parte los equipos celulares, también modifican el medio, y han provocado a lo largo de la historia de la humanidad cambios culturales sustanciales, diferencias en la percepción de la realidad. Según el predominio histórico de uno u otro medio para procesar y comunicar la información, han ido cambiando los procesos mentales que las personas deben activar para obtener la significación en cada uno de ellos.
Cuando en una sociedad predomina un medio de comunicación, las personas deberán ejercitar distintas habilidades para poder comunicarse. Esto producirá cambios físicos y mentales en ellas.

Ahora bien cabe preguntarnos, ¿es necesaria esta tecnología de comunicación en chicos de mediana edad, cuáles son los fundamentos que sostienen el uso de este tipo de artefactos?
EL presente análisis se basa en la consideración de esta tecnología (celulares) como mercancía, que posee valor de uso, valor de cambio, y valor de signo. El valor de signo, aplicable a los objetos tecnológicos, es el valor incorporado que tiene un objeto cuando además de su valor de uso tienen valor de significación (connotador de estatus, definidor de gustos, de actitud frente a la vida, etc. lo cual nos parece el principal fundamento con el cual se toma la decisión de adquirir un celular entre los chicos) de un orden distinto del valor de uso, pero tan funcional como éste.
Con respecto al valor de uso decimos que está referido a la capacidad para satisfacer determinadas necesidades o requerimientos. El concepto de valor de uso está asociado a la utilidad práctica, a la función que cumple, al valor que la tecnología posee para quién lo utiliza.
En su libro “El arte de amar”, Fromm expresa que el hombre ante la noción de soledad y su separidad (estado de separación) de su desvalidez frente a las fuerzas de la naturaleza y de la sociedad, todo ello hace de su existencia separada y desunida una insoportable prisión. Se volvería loco si no pudiera liberarse de su prisión y extender la mano para unirse en una u otra forma con los demás hombres, con el mundo exterior.
La vivencia de la separatidad provoca angustia; es, por cierto, la fuente de toda angustia. Estar separado significa estar aislado, sin posibilidad alguna para utilizar mis poderes humanos. De ahí que estar separado signifique estar desvalido, ser incapaz de aferrar el mundo —las cosas y las personas— activamente; significa que el mundo puede invadirme, sin que yo pueda reaccionar. Así, pues, la separatidad es la fuente de una intensa angustia.
La necesidad más profunda del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separatidad, de abandonar la prisión de su soledad. El fracaso absoluto en el logro de tal finalidad significa la locura porque el pánico del aislamiento total sólo puede vencerse por medio de un retraimiento tan radical del mundo exterior que el sentimiento de separación se desvanece —porque el mundo exterior, del cual se está separado, ha desaparecido—.
En este sentido: ¿el hombre logra escapar del estado de separación (separatividad), con el uso de los celulares?
Según lo expresan los docentes en general, la preocupación reside en que su uso en los recreos "aísla" a los chicos, porque, teniéndose a pocos metros, prefieren mandarse mensajes, o directamente, se "tabican" de sus compañeros, prefiriendo los jueguitos individuales al juego social.
Esta aseveración llevaría a concluir que los alumnos (en este caso) se encuentran ante un retraimiento tan radical del mundo exterior que el sentimiento de separación se desvanece y que algo así ocurre con Internet: cuando un consumo alcanza un cierto nivel de generalización, quien no tiene acceso se siente un paria.Cuando la red deja de ser minoritaria, al que queda afuera se le hace más aguda la necesidad y lo vive como una desconexión.
Ahora bien teniendo en cuenta el obrar humano, destacando que el que hace algo, lo hace por un fin, y el fin es aquello por lo cual se hace una cosa, podemos afirmar que la felicidad es el último fin del hombre.
Y precisamente la felicidad es el estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien que le llena de dicha y paz (en el caso del celular, para los chicos, la sensación de felicidad pasaría por estar conectado con sus pares a través de este elemento).

¿Qué aspectos éticos se encuentran allí involucrados?

Si se parte del hecho de que no se puede desconocer que el desarrollo tecnocientífico tiene fuerza normativa y prescriptiva en la comunidad humana. La actividad técnica y científica es una «actividad» humana, algo que el hombre «hace»; como tal, entonces, es la suma de medios necesarios para su ejercicio (el cómo hacer las cosas que nos son posibles realizar), en oposición al sentido de meta de la actividad que, en último análisis, determina su orientación (el qué cosa debemos querer hacer). El drama actual es que la mediación técnica y científica tiene incorporada una orientación autorreferencial, narcisista. Así sucede que el medio arrastra la meta consigo...
Tal parece que deberíamos adjudicarnos la libertad de poder querer hacer todo aquello que nos es posible realizar. En este horizonte, pasado cierto umbral de rendimiento satisfactorio, la ciencia se embriaga con sus resultados, y el postulado metodológico vira a hipóstasis ontológica. En este terreno, parece alcanzado el delirio posmoderno desde el momento en que se supone que el mapa hace el territorio, y que no hay otra realidad que nuestras propias representaciones y prácticas comunes... Todo es relativo, todo nos parece permitido, sólo basta que nos sea «posible»; pero... ¿debemos hacer todo lo que nos es posible hacer? ¿Todo puede ser «hecho»? ¿Acaso tiene límites el hacer?
Los científicos y técnicos, que con su trabajo abren nuevas posibilidades a la comunidad humana, deben repensar la responsabilidad que cabe a sus conductas.
La actividad científica y técnica no es neutra... Detrás de todo «algo» siempre hay «alguien». No se ha de olvidar que la producción científica y técnica conforma un factor fundamental como mediadora en las relaciones sociales... Cada avance posibilita «medios» para efectivizar ciertos tipos de interacción entre las personas y con las cosas, que antes no eran posibles... Por ejemplo: las redes de computadoras y en nuestro caso particular los celulares y alguna de las situaciones: “cuando el celular empieza a entrar a la escuela, si lo tiene uno, ya lo quieren tener todos”¿Debemos hacer todo lo que nos es posible hacer? ¿Todo puede ser «hecho»? ¿Acaso tiene límites el hacer? O reformuladas las preguntas: ¿debemos tener todo lo que nos es posible tener? ¿Todo puede ser «hecho»? ¿Acaso tiene límites el uso de estos dispositivos?
La técnica no puede ser rechazada, pero el ser-útil debe ser empleado del modo adecuado, entendiendo que esa «adecuación» no es el a-tener-se del hombre a las exigencias técnicas, sino la a-tensión de la técnica a las exigencias del ser del hombre... En otras palabras: si las cosas no se utilizan conforme al sentido que el ser-útil tiene para el hombre en tanto que hombre —si no a-tiende a las exigencias de lo humano, si no sirve al hombre—, sucede entonces que la técnica conduce al hombre a«caer» en el extravío de sí mismo —la técnica se sirve del hombre—.
Téngase en cuenta que el hombre se comprende como quien él mismo es-en-el-mundo, y se singulariza comportándose cotidianamente respecto de las cosas sobre la base del sentido que él le otorga a las cosas mismas en cada época. Ese sentido es algo así como la «luz» gracias a la cual el hombre puede«ver» las cosas... la claridad en la que el ser se le manifiesta donado en las cosas.
En suma, el dogmatismo tecnocientífico sólo se interesa por los medios para asegurar el dominio sobre la realidad, se atiene al modo de operar con las cosas, a la gestión del ente, y ello no es sino la expresión extrema de lo que Martín Heidegger denominó«el olvido del ser en provecho del ente, de los objetos>>.
En síntesis se cree que:”…. El desarrollo científico ha de servir siempre a la comunidad humana (de ese modo el científico se engrandece a sí mismo) y nunca servir-se de los demás...” Cuando el hombre hace las cosas «bien» gracias a los aportes tecnocientíficos, entonces permite mejorar a todos los demás hombres. De este modo su labor es solidaria y fraterna... Pero no se trata de una simple «sensibilidad social» o de un «sentimentalismo altruista», sino que consiste en una precisa y objetiva responsabilidad profesional.
La sociedad tiene derecho de esperar y exigir de los profesionales bienes y servicios para su mejoría como sociedad y los profesionales no pueden servirse de la sociedad para su particular beneficio. La libertad es la capacidad de obrar de acuerdo con la propia razón, y la conciencia es justamente la capacidad del hombre para conocer y juzgar en los actos concretos si hay razón o razones para hacer o dejar de hacer algo. La función de la conciencia es emitir juicios prácticos. La libertad, luego, sigue el dictamen de esos juicios...
Pues bien, al modo como la razón teórica dice relación a la verdad objetiva, de modo semejante, la conciencia hace relación a la verdad práctica. En este sentido, la verdad práctica es el conocimiento del bien y del mal. En otras palabras: la bondad ética sólo es otro nombre de la verdad, cuando ésta es buscada por el intelecto práctico. No se puede oscurecer y ofender la dimensión práctica de la verdad, sin que a la larga deje de perjudicar a la percepción también de sus aspectos teóricos.
El olvido de la conciencia —de la racionalidad en la vida moral— es el comienzo de la desaparición de la libertad. Si se quita la conciencia, los actos se reducen a puras operaciones nacidas de impulsos primarios o de reacciones mecánicas ante situaciones El valor de la conciencia no está en el conocer, sino en la posibilidad de que ese conocimiento sirva de norma a mis actos. Se podría decir, entonces, que:
La conciencia es: «la verdad actuando».
Como docente del nivel superior nos cabe la pregunta sobre: ¿Qué dimensión social adquiere este fenómeno tecnológico?
Analizando este fenómeno, se sostiene que el hombre, por existir como un ser personal (único e irrepetible, a la vez que abierto a los demás), es un ser “social”; esto es capaz de establecer uniones con otras personas para tender juntas a un mismo fin.
De lo dicho y sosteniendo que es capaz de establecer uniones con otras personas, esas uniones definitivamente serán establecidas partiendo de la más básica de las asociaciones humanas “la familia”, conformando éstas la sociedad doméstica.
La familia es “básica” porque es la primera estructura relacional en cuyo seno el sujeto recibe las primeras nociones sobre la verdad y el bien, es decir donde aprende en concreto a ser una persona y a afrontar su destino único e irrepetible.
El niño adquiere su propia visión de las cosas tomando como elemento primario lo que ha visto en este pequeño universo, en esa pequeña sociedad que es la familia , y es a partir del de esa vivencia que concreta y otorga gran significado a cada momento y situación que le toca vivir.
El afán de poseer y el consumir cosas, por ejemplo (lamentablemente tan frecuente en muchas familias) puede originar una excesiva preocupación y dedicación al trabajo en detrimento de otros aspectos de la vida, tal especialmente el aspecto familiar y con el agravante (pensamos) de que los adultos creen que adquiriéndoles estos artefactos a sus hijos pueden sustituir en forma momentánea los afectos que no son proporcionados por el grupo familiar de los chicos, (o al menos creen que los afectos los podrán transmitir por el celular).
Ahora refiriéndonos a la sociedad civil en la que estamos inmersos, y sosteniendo que las actuaciones sociales no tienen sentido pleno al menos que cooperen a perfeccionar a las personas… y sabiendo que la sociedad civil existe para mejorar las condiciones de vida de las personas; es decir, para garantizar el conjunto de condiciones sociales que favorezcan a los seres humanos que la conforman de modo tal que puedan lograr el desarrollo íntegro de los mismos (noción de bien común): ¿qué aporta esta tecnología de comunicación al bien común?
Se considera al “bien común” como el conjunto de condiciones sociales que favorecen en los seres humanos el desarrollo íntegro de su persona. En efecto, por bien común es preciso entender el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección. El bien común, en primer lugar, es un bien... «Bueno» es lo que le permite al ser, ser lo que es. Es decir, que el bien es algo que resulta conveniente para el desarrollo humano de la persona en la sociedad. Por ello, el bien común sólo puede ser definido en referencia a la persona humana.
Pero es también un bien común, pues de él pueden participar todos y es tarea de todos. El bien común está, pues, relacionado con el desarrollo humano integral y afecta a todos los miembros de la sociedad. En otras palabras, contribuye al desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres. En tal sentido, el concepto de «bien común» refiere a las condiciones que contribuyen al desarrollo humano.
Las actividades que llevan a cabo estos chicos cuando utilizan un celular, no propicia condiciones para el desarrollo humano, sino que responden al trabajo de instalación mediática del discurso tecnocientífico en la sociedad, ya que no suele operar como un aporte de racionalidad científica al conocimiento que las personas (los chicos) tienen de las cosas, sino que responden por simple efecto de fascinación.
En este caso, la publicidad es siempre la más hábil amiga de los discursos cautivantes. Porque fascinar es encantar: saber persuadir, tener la capacidad de atraer con la sola fuerza de la mirada. Es apropiarse de la mirada deseante del otro: hacerse desear... Es un proceso de seducción y de deslumbramiento, que muy poco o nada tiene que ver con la producción de conocimiento científico y que, sin embargo, tiene mucho que ver con pautas mercantiles. Pero que, de cualquier modo, sirve para sostener la hegemonía de un discurso en detrimento de otros en el seno de la sociedad...
¿Eso es servir al bien común de la sociedad, o servirse bien del común de la sociedad?
Para concluir este trabajo, es clave plantear ¿como abordar la enseñanza de este fenómeno del campo tecnológico sobre el que se ha reflexionado?
Este campo tecnológico está referido directamente a las comunicaciones. Teniendo como eje la comunicación, se trata de abordar dos aspectos paralelos para reflexionar en la escuela: las comunicaciones interpersonales y las comunicaciones mediatizadas. Esta diferenciación es necesaria para comprender la complejidad creciente que representa la relación con los otros y descubrir diferentes matices en la expresión de los vínculos y en la interpretación de los mensajes.
Mirando hacia atrás en el tiempo podemos reconocer todos los pasos que fue dando el hombre para ampliar su espacio de intercambio con los otros. Desde su urgencia de comunicarse para satisfacer necesidades prioritarias hasta su deseo por transmitir sentimientos y evitar la soledad, fue ejercitando las posibilidades de expresión de los gestos, las imágenes, las palabras, llenándolas de subjetividades propias y acordando significados comunes validos para todos.
Este camino fue complejizándose a la par de las relaciones humanas. El aporte de la tecnología acercó distancias, agilizó las comunicaciones, se enriqueció con nuevos códigos y separó las comunicaciones interpersonales de aquellas que pudieran abarcarse a un “interlocutor” masivo. Ya sea por los problemas derivados del nivel tecnológico alcanzado por las comunicaciones masivas o por las complicaciones cada vez más frecuentes en las comunicaciones persona a persona. Reflexionar acerca de este proceso (sus “idas y vueltas”, sus “enredos”, sus “callejones sin salida”) nos ayudará a encontrar mejores espacios de intercambio y otras lecturas de la realidad.
En todos los casos (mediatizada o no) la comunicación puede visualizarse en sus alcances. Poder comenzar a intercambiar puntos de vistas con respecto a la comunicación en un inicio y posteriormente abordar el impacto que tienen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC`s) en nuestra sociedad.Lo que más preocupa como docentes, es que la complejidad del ritmo de vida actual nos lleve a la siguiente situación:
“… una tarde apacible, una emisión de TV. por cable o satélite nos permite conocer, a través de la pantalla, los lugares y las personas más remotos del planeta. Pero es probable que esa misma tarde, al salir de casa, no reconozcamos a nuestro vecino… Todo se vuelve cercano, más rápido y eficaz, pero a fuerza de la mediatización de los aparatos tecnológicos. El contacto humano, personas a personas, paradójicamente, se va perdiendo…”

Por lo tanto se sostiene que los objetivos de los medios masivos de comunicación social deben estar direccionados al acercamiento de culturas, al rescate del valor de la diversidad, a la construcción de modelos más aceptables que nos den cabida a todos, gestando de esta forma, espacios amplios de compromiso y participación.-

Bibliografía:
Ø Altisen, C.J.M., USAL – Tecnología: Seminario filosófico-teológico – Material de cátedra, 2006.
Ø Ediciones La obra S.A. “La obra” revista de educación Año 76 – Nº 916 – Octubre de 1997.
Ø Gay, A. Y Ferreras, M. “La Educación Tecnológica. Aportes para su implementación”. M.C.Y E. CONICET. Buenos Aires. 1997.
Ø M. de E. de la provincia de Santa Fe. Postítulo: “Especialización Superior para maestros tutores de la EGB Rural” Módulo: Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación Rural; Santa Fe 2005.

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